jueves, 24 de noviembre de 2011

Los códigos del fútbol (parte II)

Otro fin de semana con ruptura de códigos futboleros. Esta vez sin entrenadores en el foco de las atenciones. Los ‘infractores’ al sagrado código de vestuario fueron dos jugadores con mucha prensa: Juan Sebastián Verón y Teófilo Gutiérrez. Uno para bien, el otro para mal. Uno poniéndole -con su mejor tinta- el sello final a una campaña impecable. El otro, reincidente, violando la correspondencia a la sensatez.

La Bruja y Mr. Magoo. Lo de Verón es menos usual. Lo del colombiano –tristemente– más normal. Verón le puso el pecho a los barrabrava. Teo, en cambio, le sacó el pecho a la responsabilidad. Y la lengua a un grupo menos bravo que una barra pero más importante que todas, el de sus compañeros. Verón no especuló con su retiro del fútbol. No pensó si lo suyo era simpático para todos, si estaba comprando enemigos peligrosos. Fue de frente. Teo, tal vez, auto-provocó su retiro de Racing. Enturbió las aguas en un momento inadecuado. Mientras Verón escribe los nuevos códigos, Teo les pasa por encima a los antiguos…

Hay que aplaudir a Verón. La actitud de este veterano –que seguramente ayudará a Sabella más de lo que imaginamos en la Selección, a partir de enero próximo–, fue conmovedora. Que un jugador, a cuatro partidos de su adiós definitivo, en el club donde todos los conocen con pelos y señales, desafíe a los vándalos de siempre, como un héroe de las antiguas cruzadas, sin otro escudo que el de su coraje, merece el elogio y la emulación por parte de los líderes de los demás clubes, de los capitanes de los otros equipos y el apoyo de todo el ambiente del fútbol. La Bruja esta vez se subió a una escoba distinta, la que intenta barrer esa lacra que ensucia las tribunas.

Teófilo Gutiérrez, a su vez, nos recordó a Quincy Magoo, aquel personaje sin pelos en la cabeza que vivía metiéndose en problemas. Al colombiano le faltan pelos pero en la lengua, y no para decir verdades sino para echarle más nafta a los fuegos que enciende en cada partido. La historia de Teo es muy distinta a la de Verón. La historia antigua y la de este fin de semana. En su caso el patotero fue él y bastante gratuitamente antes, durante y después del clásico con Boca (que él malogró). Antes quedándose en Colombia, lejos de los entrenamientos. Durante, haciéndose expulsar burramente. Y después, acusando a propios y extraños.
Los tipos a los que Verón increpó cuando arrojaron dos bombas seguidas a los 13 minutos de juego contra Banfield, originando la suspensión del partido, cuando su Estudiantes ya perdía por un gol, conocen adonde vive, con quién vive, cada detalle de su familia, todo. No tienen que preguntarle a nadie para buscarlo, esperarlo y encontrarlo. Verón lo sabe. No fue ingenuo. Tiene suficiente experiencia y sobrada madurez para medir los riesgos. Fue valiente. Y eso es lo admirable. En vez de darle dinero a los vendedores de armas y traficantes de drogas que pululan en los clubes, comprando cobardemente ‘su afecto’ como hacen casi todos, los encaró y les ofreció sus mejores trompadas que son las que se dan mirando de frente. Dos ojos fijos golpean más duro que cuatro manos entrenadas. Lo garantizo. Especialmente si son los ojos de alguien con chapa válida, como es la de Verón.

Teo, el artillero de Barranquilla, que poco hizo en este Apertura, sólo cinco goles en quince fechas, uno de penal (siendo que desperdició otro), renegó por inmaduro del cariño inconmensurable que le entregó la hinchada de Racing, cuya única bomba arrojada fue la de los elogios exagerados desde la noche de su debut con San Lorenzo. Sus goles, que llegaron temprano y dejaron una imagen de esperanza –vistiéndolo de ídolo–, nos confundieron a todos. Sus rezos y sus permanentes menciones a Cristo, también. Al fin y al cabo Teo fue más marketinero que goleador. Provocó a los rivales de Independiente en vísperas de clásicos en los que no se destacó, sino por la cantidad de veces que cayó en off-side. Pintó su casa colombiana celeste y blanca en vez de pintarle la cara a los defensores rivales, con gambetas, sin simular faltas que los árbitros dejaron de comprarle. A esta altura la ‘Guardia Imperial’ y los ‘Racing Stones’ podrían acusarlo de ‘propaganda engañosa’.

Verón, en cambio fue auténtico como siempre. Defendió a Estudiantes, a su equipo y a sus compañeros. Dijo no estar ligado a ninguna interna. Dejó claro que el único compromiso es el futbolístico. Y fue más lejos aún, pidió sanciones duras para quienes el club tiene perfectamente identificados, como los tienen los políticos que les dan trabajo de ñoqui-choferes o ñoqui-guardaespaldas. Verón, ahora, puso a la dirigencia de Estudiantes en la obligación de actuar. De hacer fuera de la cancha lo que él siempre hizo dentro de ella: enfrentar a la adversidad. Un movimiento perfecto.

Como no lo fue el de Teófilo Gutiérrez cuando se retiró expulsado de la Bombonera, gesto que puede costarle algunos dias (bien ganados) de arresto por incitación a la violencia. Teo vivió casi un año de sus goles, agua dulce en el desierto académico. Pero este Mr. Magoo, como el de la historieta, no sólo depende de su suerte, también de su carácter. Que lo traicionó como él al grupo. Primero el carácter lo traicionó cuando aplicó aquel recordado planchazo en la cancha de Argentinos Juniors, en el torneo pasado, y que pudo costarle mucho más de lo que le costó. Después, cuando boxeó al arquero suplente, Dobler, en una práctica. Luego él traicionó al grupo con su negativa para viajar a San Juan aduciendo… nada. Dejó de hacer goles cuando el equipo más los precisaba y se quedó en Colombia, indebidamente con su familia, en vísperas del partido más importante que jugaría en la Argentina: contra Boca en la Bombonera, intentando prolongar la ilusión… Nunca se enteró que el fútbol funciona como ‘Los Tres Mosqueteros’ de Alexandre Dumas: “Todos para uno y uno para todos”.

La Bruja, en contrapartida, actuó por y para todos. Rompió un código de los más difíciles sin saber quiénes lo van a acompañar en su cruzada. Puede estar enarbolando una bandera sin aliados. Decirle “basta” a la hinchada enajenada, no es lo que se escucha todos los dias. Decirle “yo te conozco” a quien tiene un arma en la cintura y mucho ‘paco’ en el cerebro, es cosa de ‘gente grande’. El miedo, cuando de enfrentar a las hinchadas se trata, es una de las características más marcadas de los jugadores de fútbol. Pero no es miedo porque falta coraje, es miedo porque sobra lucidez: los clubes no les ofrecen protección y la policía tampoco. Son sus autos los que los inadaptados apedrean en los estacionamientos cuando entrenan; es a ellos a quienes les pegan entre varios cuando los encuentran solos. Bien dice el refrán que ‘el miedo no es zonzo’. Agremiados no tiene otra herramienta que la huelga, pero el dinero del fútbol funcionando, en un sistema poco menos que quebrado, impide que los paros tengan fuerza suficiente para lograr algo.

Mr Magoo, después de empujar y escupir al referí, continuó manejando a contramano como siempre. Teo, no conforme con su última expulsión en La Boca, se fue de boca. Hizo lo que los códigos del fútbol no permiten: sembrar abrojos en el grupo para salvar su propia piel. Traicionó a quien lo apoyó aún cuando no debía, Simeone, que no lo dejó en el banco como merecía. Dijo, nada más y nada menos, que Russo es mejor técnico porque con Russo todos jugaban para él y él hacía goles. Como si Racing fuese sólo él. Acusó a sus compañeros de ‘poco hombres’ por decir su error en los micrófonos y no en el vestuario (¡allí sí él recurre a los códigos!). Cavó su propia fosa. Claro, faltan cuatro fechas y lo van a sancionar –por intento de agresión al juez Pitana–, con más fechas que esas. Se aseguró, así, que Racing lo venda a Europa. Adonde sueña ir… Anotando más goles también se hubiera ido. Pero por ‘la puerta grande’. Esa por la que entra y sale ‘La Bruja’ todos los dias. Por la que ya se fue a Europa. Y por la que volvió.

COLUMNA CANTADA: el lector puede escuchar ‘El Astronauta y La Bruja’ de Bersuit Vergarabat, también conocida como ‘Desconexión Sideral’ en http://letras.terra.com.br/bersuit-vergarabat/82071/ o simplemente entretenerse con esta versión modificada que incluye las andanzas de Teo y la actitud de Verón.

El Astronauta y La Bruja
Un colombiano y una Bruja / viajan en una burbuja
derechito para el gol, / ese juego de los dos.
Si se calienta con Clemente / y revienta eso que siente
puede perder el control / y ganarse la expulsión,
certidumbre o ilusión, / epidérmica ficción.
Teo cree en ‘faules’ y penales / y sanciones especiales
que Pitana nunca dio, / que en su puta vida vio…
Verón practica con escobas, / ve mal futuro en la bomba
que un colgado tiró / y también lo enfureció
en su poder interior, / en su magia de león.
En La Plata juegan / hombres de honor, / cracks con amor.
En la Acadé ruedan  / voces de traidor, / gotas sin amor…
El nueve juega con la idea / de crear un gran sistema
que lo saque goleador, / para darse más valor,
pero la Bruja lo contiene / y adivina lo que quiere
porque ya fue y volvió / a la Europa del terror,
a ese fútbol tan glotón / que te come el corazón.
En Racing pasa que Teo / cae aparatosamente
y se tira sin razón, / como en su Selección;
la Bruja reinventada / sabe que ya no ganan nada…
Atrás de Boca van los dos / sin chance de campeón
alejándose del top / en opuesta dirección.
Verón será eterno / al Pincha, / al Pincha
Teo deja enfermo / al hincha / hincha.
Nunca la bola es tan precisa, nadie tiene esa fija
que te saca del montón y te muestra algo mejor.
Ni el colombiano ni la Bruja / saben qué hacer con la culpa
y el miedo que les dejó / su sideral desconexión.
En La Plata juegan / hombres de honor, / cracks con amor.
En la Acadé ruedan  / voces de traidor, / gotas sin amor…

NOTA: en negrita las palabras adaptadas.

(*) Director Asociado Diario Perfil/primera época; creador de SoloFútbol.

DIARIO PERFIL www.442.perfil.com 

NOTA:

Para los que no conocen la cancion la dejó acá



2 comentarios:

  1. sera el principio de todo final,que puede ser con algo que puede empezar a desaparecer ( la korrupcion futbolera)

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  2. no se si todos los hinchas de Estudiantes tenemos real dimensiòn de la èpica deportiva de JSV en toda su carrera y lo hecho MOTUS PROPIO para volver y hacernos crecer. UNICO EN EL MUNDO.piku de batàn

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