martes, 31 de mayo de 2011

A 80 años del puntapié inicial

Leandro, de La Plata, me envió esta nota. Ya es un colaborador habitual del blog. GRACIAS LEANDRO

Un 31 de mayo de 1931 comenzaba el primer campeonato profesional de fútbol argentino. Estudiantes fue la gran atracción, pero el título lo ganó Boca.


Por la redacción de 442

La brillante delantera de Estudiantes fue la principal atracción del campeonato: Lauri, Scopelli, Zozaya, Ferreira y Guaita.
Hace exactamente 80 años, un 31 de mayo de 1931, la Argentina asistía al inicio de su primer campeonato profesional de fútbol, instaurado por los 18 clubes que días atrás venían de protagonizar un verdadero golpe institucional fundando la Liga Argentina de Football.

Esa entidad no estaba afiliada a la FIFA, por lo que todos sus participantes incorporaron sin pagar por el correspondiente pase -es decir ofreciéndoles plata a ellos y no a sus clubes- a jugadores extranjeros, del interior del país y de la vieja Asociación que retuvo la afiliación internacional pese a quedarse con los más modestos de los 36 equipos que venían jugando en Primera, que jugarían en paralelo a los de la Liga hasta fundarse en 1934 la AFA.

River comenzó a ser considerado “millonario” al pagarle 10.000 pesos de la época a Carlos Peucelle, que brillaba en Primera con la casaca de Sportivo Buenos Aires y al menos devolvió a ese club la prima que le había adelantado. Casi al mismo tiempo, Boca le compró a Francisco Varallo a Gimnasia, que estaba también en la Liga y por eso no pudo ser despojado de él sin recibir buen dinero. En sus nuevos clubes, ambos delanteros se destacarían notablemente.

En esa jornada inicial de la que hoy se cumplen 80 años, Boca apenas empató como local 0-0 ante Chacarita, Atlanta sólo perdió 1-0 visitando a River pese a que su arquero chocó con un poste y casi no pudo jugar los últimos 15 minutos, San Lorenzo venció 4-2 a Tigre en Avenida La Plata, Ferro y Argentinos Juniors empataron 2-2, Platense le ganó 1-0 a Vélez, Gimnasia 2-1 a Lanús, Huracán 4-0 a Quilmes y Estudiantes 3-0 a Talleres de Escalada.

Un detalle que no escapó a la crónica periodística fue el mal tiempo que condicionó el desarrollo de la fecha, al punto de impedir que se jugara el clásico entre Racing e Independiente. Ese encuentro recién tuvo lugar en el estadio del Rojo el 9 de enero de 1932, luego de jugarse también ese año las últimas dos fechas del torneo. La Academia lo ganó 4-1, tras imponerse en el clásico de la segunda rueda por un marcador que fue récord de goles entre dos grandes por más de 70 años: 7-4.

El campeonato resultó muy reñido durante la mayor parte de su desarrollo, si bien Boca fue el que se mantuvo por más tiempo en el primer puesto. Precisamente lo ocupaba al terminar la rueda inicial con 27 puntos, seguido por Estudiantes (el equipo más vistoso y goleador del certamen) y San Lorenzo con 26. Racing, 11° con 15 puntos, reaccionaría en los desquites, en los que ganaría más puntos que cualquier otro equipo.

También Chacarita se destacó en la rueda final al acumular ocho triunfos consecutivos, entre los que se contaron un 3-1 a Boca, un 1-0 a River y un contundente 5-1 ante el Estudiantes sensación del torneo, que venía de ser subcampeón en 1930 del último certamen amateur de Primera disputado por los grandes y cuyos delanteros (Lauri, Scopelli, Zozaya, Nolo Ferreira y Guaita) no por nada eran apodados “Los Profesores”.

En la fecha final de la ronda inicial, el primer clásico profesional entre River y Boca, disputado en campo boquense, no terminó como consecuencia de un serio incidente provocado por los jugadores riverplatenses, disconformes con la sanción de un penal cuando ganaban 1 a 0. Convertido el gol, el árbitro expulsó a tres jugadores y el equipo rojiblanco -aunque todavía a rayas verticales- se retiró de la cancha cuando apenas se cumplía media hora de juego. El jurado de la Liga concedería el triunfo a los xeneizes.

A poco de iniciarse la segunda rueda, Boca sacó una ventaja que al cumplirse la 24ª fecha era de seis puntos sobre River y Estudiantes. Cuando sólo faltaban tres fechas para el final, Estudiantes le ganó al líder en La Plata por 4 a 1 y redujo a dos puntos esa diferencia.

En la jornada siguiente, sin embargo, los pinchas cayeron inesperadamente 2-1 en el Viejo Gasómetro de San Lorenzo ante un Atlanta que iba último, lo que permitió festejar a un conjunto boquense que un día antes había vencido 4-2 a Talleres de Escalada y que así fue bicampeón, dado que venía de ganar el campeonato de la Asociación en 1930. Aunque, para muchos, la historia del fútbol argentino comenzó realmente un 31 de mayo de 1931.

DIARIO PERFIL (www.442.perfil.com)

Alberto Zozaya, máximo goleador del primer campeonato profesional. / CEDOC

Argentinos Juniors. De pie: Di Paola, Vaccaro, Pardiez, Giachetti, E. Méndez y Lobianco. Agachados: Ruffo, Tarrío, Bravo, Meraldi y J. Rodríguez.

Bernabé Ferreyra, centrodelantero de Tigre, mostró gran eficacia al convertir 19 goles en 13 partidos.

Boca Juniors, campeón de 1931. Parados: J. Evaristo, Dedovich, Spitale, Fosatti, Mutis y A. Suárez. Hincados: Nardini, Tarasconi, Varallo, Cherro y Alberino

Carlos Peucelle, por el que River pagó 10.000 pesos.

Chacarita Juniors. Arriba: Brizuela, Gil, Duchini, Alterio, De Vicente y Chichino. Abajo: Cruz, Seijas, Stagnaro, Stochetti y L. Gómez.

Fosatti, arquero de Boca, detiene un centro en una acción del partido que Chacarita le ganó al campeón por 3 a 1 en la cancha de River. La hermosa foto es un documento notable del juego abierto que se practicaba en esa época de fútbol ofensivo.

Gimnasia y Esgrima. Arriba: J. García, Martín, Delovo, Ruiz, Minella y S. Fernández. Abajo: T. González, Farías, Giúdice, Zoroza y Morgada.

Independiente. De pie: Vivanco, Bartolomedi, Fazio, Doro, Ferrou y F. Cherro. Hincados: Porta, E. Fernández, Ravaschino, Seoane y Betinotti.

Lanús. Arriba: Manfrín, Ruschione, Piaggio, Capuano, Lagomarsino y Truffa. Abajo: Federico, J. Bussi, A. Bussi, Agrelo y Larroca

Platense. Parados: Santamaría, Arrese, Gualco, Ferrario, Cerviño y Gontade. Agachados: Campilongo, Landolfi, L. Sánchez, Ferrara y Beristain.

Racing. De pie: De Vita, Fleitas Solich, Bottaso, Paternoster, De Mare y Della Torre. Agachados: Perinetti, Bongiovanni, Caratti, Del Giúdice y Grossi

River Plate. Parados: Artel, Dañil, Belvidares, Poggi, J. C. Iribarren y Malazzo. Agachados: Peucelle, Marassi, Castro, Granara Costa y Lagos.

San Lorenzo, subcampeón. De pie: Lema, Pacheco, Rizzi, Castañares, Fossa y Corsetti. Hincados: Belloqui, Cortecci, D. García, Martín y Arrieta.

Tigre. Arriba: Solezzi, Peirano, Savarro, Cuello, Baglietto y Brady. Abajo: Belardinelli, D. Pérez, Maidana, J. C. Haedo y Olmo

Varallo, el nuevo centrodelantero de Boca Juniors desde 1931.

Vélez Sarsfield. Parados: Ruscitti, Sassone, Curti, Devoto, Arroupe y De Sáa. Agachados: Aranda, De Dovitis, Sobrino, Luppo y Garbini

viernes, 27 de mayo de 2011

La peque Pareto: "El talento y los resultados no se miden por género"

La ganadora de una medalla en Pekín 2008 sintetiza su vida en el judo, un deporte "varonil" que la desafía desde los 9 años; habla de la importancia de revalorizar a la mujer en esta práctica 

Por Verónica Dema De la Redacción de lanacion.com vdema@lanacion.com.ar

Paula "La Peque" Pareto se coló cuando tenía 9 años en una clase de judo de su hermano: ya había probado tenis, gimnasia, vóleibol, natación, fútbol. Buscaba algo diferente y se calzó el judogi para iniciarse en esta práctica japonesa por entonces casi exclusiva para varones.

Al principio, en su casa les pareció raro pero la dejaron hacer, quizá pensando que nunca se integraría a ese mundo de varones o que acabaría por cansarse. De esto hace ya 16 años, tiempo en que La Peque se consagró bicampeona panamericana, conoció a la presidenta Cristina Kirchner después del bronce en Pekín y conquistó el oro en la Copa del Mundo.




¿La Maradona del judo? "¡No!", se sorprende y sonríe como una niña de pocos años. "Soy sólo una referente más", dice, ahora seria como para no dejar dudas. Acaba de llegar a su entrenamiento en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD) , el mismo lugar en que se entrena desde que no sabía de medallas. Tiene unos minutos para charlar antes de comenzar la práctica mientras llegan sus compañeros y se acomodan en parejas. El gimnasio se va poblando de varones: sólo se arma una dupla de mujeres.

"El judo es un mundo más de varones, pero nunca me importó eso. Aproveché a hacer amigos y dejé que me protegieran", reconoce Pareto, la mujer que apenas pasa el metro cincuenta y que, sin embargo, con su carta de presentación llegan casi siempre los mismos chistes: "Hay que tener cuidado con vos, no vaya a ser que te enojes'. Sonríe de nuevo. Y confiesa que el deporte que elige, lejos de jugarle en contra a la hora del amor, es una llave de oportunidades: "Cuando me preguntan qué hago y les cuento se extiende la charla. Quizá les resulta raro, interesante y por eso se quedan a conversar". La cara aniñada de La Peque tiene la serena sonrisa de quien se sabe cuidada. Es, un poco, la niña mimada en este gimnasio frío de Núñez.

Medallas que mitigan el machismo. Pero nada de lo que ella alcanzó fue sin dedicación. "Todas las cosas que hago en la vida las tomo con responsabilidad, trato de hacerlas bien", dice. Habla de sus cuatro horas diarias de entrenamiento (entre resistencia y práctica de judo en sí), de su voluntad de mejorar, de la motivación renovada que llega con cada medalla.

"En el deporte, para las mujeres siempre fue todo un poco más difícil; parece que por una cuestión cultural se cree más en el hombre, entonces nosotras tenemos que demostrar más", reflexiona. Pero considera que esto de a poco va a ir cambiando: "Antes los hombres tenían más plazas que las mujeres en algunos deportes, era más complicado entrar, pero de a poco eso se va equiparando. Las medallas colaboran para reforzar la idea de que el talento, el trabajo y los resultados no se miden por género".

Sus logros pusieron al judo en la agenda de los medios: antes de que trascendiera La Peque, este deporte oriental era prácticamente desconocido en la Argentina; la doble novedad era que lo practicara una mujer petisita de 48 kilos. Ella valora la difusión, aunque no le resulta muy cómoda la exposición mediática. "Para una deportista como yo es raro que te reconozcan en la calle y te paren para pedirte un autógrafo. Eso me resulta raro aún hoy".

Son las 19.30 y La Peque ya debe empezar su práctica, que la mantendrá durante dos horas con movimientos rápidos, abrazada a su compañera, dando giros en el aire, trabándose en el piso. "No puedo demorarme, sería una falta de respeto al profesor y a mi compañera", explica y la frase suena irrefutable.

martes, 17 de mayo de 2011

A los Campeones de América en el 43er aniversario de la primera Copa

Hoy se cumplen 43 años de la obtención de la primera Copa Libertadores de América conseguida por el Club de Estudiantes de La Plata.

Fue la primera, y como tal, la más importante.
En el camino quedaron Independiente y Racing, equipos emblemáticos de nuestro país. La victoria como visitante frente a Independiente por 2 a 1 en Avellaneda fue decisiva para llegar a la final.

En la final se jugaron tres partidos contra Palmeiras.
En La Plata fue victoria por 2 a 1, con goles de Verón y Flores. Luego, la revancha se jugó en Brasil con derrota para el Pincha por 3 a 1.

Miles de platenses cruzaron el Río de la Plata aquel 16 de mayo de 1968 en la búsqueda del estadio Centenario de Montevideo donde el Pincha alcanzó la gloria al ganar 2 a 0 con goles de Ribaudo y de la Bruja Verón, su máximo artillero.

El capitán de ese equipo emblemático, Oscar "Cacho" Malbernat declaró en oportunidad del homenaje que hizo la Conmebol al cumplir los 50 años de la Copa Libertadores dijo que "Osvaldo nos mentalizó de una forma que, nosotros ya veníamos de salir Campeón Metropolitano entonces un campeonato ya teníamos entonces siempre, con la misma humildad, porque Osvaldo era una persona sencilla y humilde, pero sabía lo que quería y nos daba esa fe interior que se podía lograr".

Vaya el saludo de CIELOSPORTS.COM a los Campeones de América.

El equipo formó con Poletti, Malbernat, Aguirre Suárez, Madero, Medina; Bilardo, Pachamé; Florez, Ribaudo, Conigliaro, Verón

www.cielosports.com

NOTA:
Obviamente que me sumo a la alegría de este aniversario. Fue la GRAN EMOCIÓN INTERNACIONAL DE MI QUERIDO ESTUDIANTES. 

Retrotrayéndonos a esos días, hay que pensar que Estudiantes era un Club local, donde hacíamos nuestras actividades sociales, y además veíamos fútbol. Y de repente CAMPEONES DE AMÉRICA.

GRACIAS JUGADORES, GRACIAS CUERPO TÉCNICO, GRACIAS DIRIGENTES DE ESA ÉPOCA.

Es muy loable que este medio lo haya rescatado del olvido, cuando los otros medios de La Plata (los escritos) solo estan sumados a propagar rumores sobre cambios de cuerpos técnicos, idas y venidas de jugadores y conflictos entre jugadores y dirigentes.

Para todos los que gritan por esta racha que nos acecha en estos días, YO ME ACUERDO COMO SE LE PEGABA TAMBIEN A ESTE CUERPO TÉCNICO, JUGADORES Y DIRIGENCIA, antes de estos logros. Los mas veteranos se acordarán que la BRUJA VERÓN (sí la Bruja original, la de la escoba), jugaba un tiempo de wing derecho y uno de wing izquierdo para quedar siempre lejos de la techada que lo "mataba" con insultos. Justo a la hoy, ETERNA BRUJA.

ESTUDIANTES ES UNA FORMA DE SER (se lo robo al Escribano Correbo)

domingo, 15 de mayo de 2011

Monólogo de un orgulloso

María Laura de la Plata, aportó este extracto del cuento de Peroni. Es ideal para la época de vacas flacas flacas...

¡Pensar que muchos hinchas rompen los carnets de socios cuando desciende! Están locos. El amor a tu equipo está más allá de todo. Te lo juro como que me dicen Pitu. Esa tarde contra Lanús lloré como un condenado.

Vos no sabés lo que se siente cuando te das cuenta de que te fuiste. Es como una puñalada en el bobo ¿viste? Bah, digo. Me imagino que eso duele mucho. La cuestión es que se me cayeron los lagrimones durante toda la semana. Con decirte que le dije a mi socio que atienda el boliche porque no quería salir a la calle. ¡Y después me vengo a enterar de la marcha del silencio!, que tipos jodidos.

Pero la vida te da revancha. Nosotros volvimos en mayo y un mes después ellos perdieron el campeonato. ¿Hicimos marcha? No, querido. Pitu es Pincha, y con eso basta. Que los demás hagan lo que quieran.

Como te estaba diciendo: la cosa se veía negra. Porque no nos fuimos a la B, como era antes. Eso es otra cosa. En los viejos tiempos, si descendías jugabas con Arsenal, Morón, Atlanta, Chicago, a lo sumo, con Argentino de Rosario.

Ahora no. Con esta historieta del Nacional B, te tenés que comer el garrón de viajar como un condenado. Y sabés que jodido es ganar en Salta, en Jujuy o en Mendoza. Es bravo. Son como cuarenta equipos que se matan. Ahí no hay tu tía para nadie. Cuando vas a Rafaela o Tucumán te querés matar. La gente de la zona te copa la cancha y lo único que quieren es ver a su club regional cumpliendo el sueño de jugar en Primera.

No es joda, en serio te digo. Y yo sabía eso, por eso estaba preocupado. No era soplar y hacer botellas. Igual empezamos a demostrar que éramos grandes cuando la otra fecha jugamos con Racing, acá en La Plata. Mirá…mirá como se me pone la piel. Me vuelvo loco cuando me acuerdo. Era el último partido en primera y llenamos la cancha para llevar en andas a los jugadores. ¡Que locura! ¡Pensar que algunos bobos nos cargaban por eso! No entienden nada.

Ese fue el primer paso para volver enseguida. ¿O que íbamos a hacer? ¿Putear a esos pibes? Jugaron mal, sí. Pero la cosa venía desde los últimos tres años. No, dejá. Qué putear. Los apoyamos desde el mismo día que se despidieron de primera. ¡Y no fue casualidad, eh! Hicimos eso porque sentíamos que ya estábamos volviendo. No nos quisimos convencer, pero sabíamos que ya estábamos de regreso.

Porque en las buenas son todos amigos ¿viste? Los pingos se muestran en las malas, y te juro que esa tarde yo vi como se fruncían para no dejar caer las lágrimas. Fue como un pacto sagrado. No llantos, no reproches. Fuegos artificiales y aliento. ¿Cómo querés que te cuente si no estuviste? Dejalo ahí.

Miguelito y Luján metieron mano. Trajeron al Chocho, compraron a Chiquito y llegó la banda de uruguayos que nadie conocía. Pero Estudiantes tenía un equipazo para el Nacional. Puf. Era mucho falco. Verón, los dos Capria, Calderón, París, Prátola y Cordobita. ¡Mamita! ¿Qué más querés? Te digo más: si ese año jugábamos en primera no se si éramos campeones también.

Y llegó el primer partido del Nacional. ¡Que cosa de locos! Fue el día en que Estudiantes volvió a las fuentes. Estaban todos. Pero no los viejos tabloneros como yo, que siempre están en todos lados. No, todos. El pibe con el padre, la madre, las hermanas, los tíos y los abuelos. Ese día marca un quiebre en nuestra historia. Te lo juro chabón, esa cancha no daba más. Se venía abajo. “Todos los momentos que viví…”, cantamos enloquecidos. Igual empatamos con Chaca y debo admitir que un poquito de miedo nos agarró. Nosotros pensábamos que nos íbamos a comer a los chicos crudos. Algo quedó claro en aquella tarde de primavera. No teníamos nada que hacer en el ascenso, loco.

En Rafaela, Tucumán, Santa Fe, Rosario, Córdoba, Mendoza, Pergamino, Salta, en todos lados copamos. Y no es una manera de decir. Co-pa-mos Los locales miraban nuestra cabecera y se morían de envidia. No lo podían creer. Para colmo, el equipo les daba un paseo. Nunca me voy a olvidar lo que le dije un día a mi socio: ese equipo era tan bueno que me aburría. Ganaba fácil viejo.

Al final pasó lo que sabés. Volvimos como un resorte. Ganamos el torneo no se cuántas fechas antes y fuimos el campeón con más puntos de la historia del torneo. Nada de octogonal y esas cosas. Derechito, como por un tubo.

¿Pero sabés por qué te cuento todo esto? Porque sos mi amigo. Y ayer tuve un sueño raro. Un sueño muy real, tan alegre como triste. Soñé que estaba en la cancha ¿viste?, en el mismo lugar de siempre, con los muchachos de cancha de toda la vida. Y estaba puteando. Es lógico, si seguimos así vamos a volver al Nacional. Y no todo en la vida se sube y se baja, eh. Mirá Platense y Ferro.

Bueno, estaba yo puteando y de pronto se fueron todos. Me quedé solo. Desaparecieron los jugadores, los hinchas, los árbitros. Todos, todos. Quedé como loco malo y sin saber que hacer. Cuando me estaba yendo sorprendido, un flaco me invita a sentarme a su lado.

- ¿Porqué insultas? – me preguntó.

Me quedé mudo e inmóvil del julepe. Y la voz siguió. Ser de Estudiantes es algo que llevás para toda la vida. Esto no es fulbito solamente. En este club siempre habrá alguien que borre todo lo malo que se pudo haber hecho. Yo nací en esta casa, crecí atrás de una pelota con franjas rojas y blancas en mi pecho. Tuve la desgracia de ser cómplice de un descenso angustioso. No pude hacer nada, me putearon, me criticaron. Pero cuando uno entra en esos vestuarios se da cuenta de que nuestros antepasados dejaron algo que vuela en el aire y que es imposible eludir. Lo sentís, te penetra.

Pusimos el pecho a las balas y volvimos a primera. Los mismos que me insultaron pidieron mi camiseta y me transformé en ídolo del club. Hice plata y viajé. Jugué en otros clubes pero nunca sentí algo igual a lo que siento por Estudiantes. No conocí club de fútbol que contenga la magia inexplicable de condición triunfalista que tiene éste. Estaba lejos y me seguían llamando. Yo preguntaba siempre cómo había salido el Pincha y, cuando pude, me volví. Sentí el cariño de una familia que no sabe de traiciones y desengaños, que recuerda y valora que, a diferencias de muchos otros, conserva en la gloria a sus referentes históricos.

Que curioso habrá sido mi destino que mi último partido fue un clásico contra Gimnasia. Hoy lo disfruto desde otro lado, desde donde todo se puede analizar globalmente. Y te aseguro, macho, que no existe en el universo, en toda la galaxia misma, una mística como la nuestra. Cuidala y conservala, porque también es tuya.

Cuando me desperté, sentí la necesidad de ir a la cancha. De apoyar, sufrir y alentar. De festejar los triunfos y superar los fracasos. Porque es cierto, amigazo, con ser hincha de Estudiantes alcanza. Mejor dicho, sobra. Y, en definitiva, ese aire que me transmitió el rusito del sueño nos va a mantener siempre en los primeros puestos del fútbol nacional. Le duela a quien le duela. Ah, y si te cruzás con ellos algún día, preguntales cuando es la próxima marcha del silencio.



Extraído del libro “La mística no es cuento” de Jorge Peroni

martes, 10 de mayo de 2011

Carlos Bilardo: "Nosotros nos teníamos que defender y lo hacíamos ganando"

En el marco de una charla que dió Carlos Salvador Bilardo, Director de Selecciones Nacionales, en la Escuela de Técnicos Adolfo Pedernera, ahora dirigida por Juan Ramón Verón, el Narigón dejó frases interesantes y dijo que "yo empiezo con los chiquititos, acá estamos viendo a Saviola y Dalesandro (puso un video). Los veo desde los 12 años a los chicos para ver si van evolucionando. Al jugador hay que seguirlo, para que sepa qué hacer con la pelota".

Sobre el recordado partido con el Manchester y la preparación para enfrentarlo dijo que "el que ganaba este partido jugaba la final con Estudiantes, Manchester contra Benfica. Y este video lo vimos en el Country, sabíamos como se movia. Ahí empezaron a pegarnos. Una campaña fuerte y dura. Decían que no era necesario conocer al rival. Y nosotros nos teníamos que defender y cómo lo hacíamos, ganando. El que más nos pegaba era Dante Panzeri".

Sobre su actividad y manera de manejarse dijo que "lo que digo lo siento y no me importa. Ahora estoy haciendo un libro por la bronca, tuvimos que luchar contra muchas cosas. Hay un antes y un después en el fútbol, Zubeldía".

Y también habló de su clásico rival y refirió que "en una ciudad tienen que estar los dos equipos. Porque sino se pierde la discusion, el debate. Yo viví mucho tiempo acá y me decían ojo a ese café no vayas porque van los de Gimnasia".

Sin dudas, un palabra más que autorizada en el fútbol argentino.

www.cielosports.com

jueves, 5 de mayo de 2011

Un homenaje por demás merecido

La Conmebol agasajó a ocho grandes figuras del fútbol sudamericano, referentes indiscutidos en cada uno de sus países.


Fue una noche de gratísimas sensaciones, que surgían de la evocación sus proezas deportivas y también al comprobar la emoción que les generó el homenaje brindado. Hablamos de Carlos Bilardo (Argentina), Marco Antonio “Diablo” Etcheverry (Bolivia), Iván Zamorano (Chile), Francisco “Pacho” Maturana (Colombia), José Luis Chilavert (Paraguay), Julio César Uribe (Perú), Óscar Washington Tabárez (Uruguay) y Rafael Dudamel (Venezuela), ocho glorias que fueron condecoradas con la Orden al Mérito del Fútbol Sudamericano por parte de la Conmebol, por su excepcional trayectoria y contribución al balompié sudamericano.

Fue durante la cena de gala que la Confederación ofreció este sábado 30 de abril a sus invitados especiales al 62º Congreso Ordinario en el magnífico Centro de Convenciones de la entidad. Además de los ilustres galardonados, la presencia de las máximas autoridades de la FIFA, la Conmebol, la UEFA y la AFC, engalanó aún más una velada ya de por si memorable.

Al respecto, Conmebol.com se ofrece el testimonio de cada uno de los condecorados luego de recibir su presea de manos del Dr. Nicolás Leoz.


Carlos Salvador Bilardo
"Me acordé de mi padre y de mi madre, que me decían: 'Si querés jugar, tenés que estudiar, si no no te dejamos jugar'. Y así hice las dos cosas, con mucho sacrificio. Y todos los que están acá han hecho sacrificios".

Marco Antonio Etcheverry
"El Dr. Leoz fue el primero que me entregó en el '86 la Copa del (Sudamericano) Sub-16 en Lima. Desde ahí empezaban los recuerdos y el cariño de un líder como es don Nicolás, además de la admiración que uno le tiene por todo lo que ha hecho por nuestro fútbol".

Iván Zamorano
"Esta condecoración va a tener un lugar muy especial en mi corazón y en mi casa. Al margen de que uno metió muchos goles o ganó títulos, es un reconocimiento al ser humano. El fútbol nos entregó mucho y ahora uno puede contribuir a través del desarrollo social de los niños y jóvenes de nuestros países sudamericanos".

Francisco Maturana
"Fue un momento excepcional, son esas caricias para el alma, la posibilidad de encontrarse con toda esta gente, con la cual uno ha venido caminando en el transcurso del escribir la historia personal".

José Luis Chilavert
"Lo tomo como un privilegio de la vida, un honor de parte de la gente de Conmebol. Quiero agradecerle al Dr. Nicolás Leoz, porque con él me une una amistad desde mis comienzos, cuando él era dirigente del club Libertad".

Julio César Uribe
"Este es uno de los momentos más espectaculares de mi vida, porque han hablado de la escuela de la vida, de para qué sirve el fútbol, de la calidad de las personas. Hoy me siento más orgulloso para decir que no estaba equivocado en el camino que he tratado de desarrollar en toda mi vida".

Óscar Washington Tabárez
"Que esto me llegue previo a una Copa América, cuando estamos prontos a empezar la preparación, reconforta mucho. Lo agradezco infinitamente. Y además da la oportunidad de estar en compañía de grandes campeones, que han hecho la historia del fútbol sudamericano".

Rafael Dudamel
"Fue un impacto emocional muy fuerte. A todas cosas en mi vida les he puesto mucho corazón, pero no me imaginé que lo que hacia en una cancha podía tener tanta relevancia. Desde que entré al Centro de Convenciones quedé maravillado, emocionado y empecé a darle gracias a Dios por todas las satisfacciones que ahora he podido reunirlas en dos horas con toda la dirigencia del fútbol sudamericano". 

FUENTE:

SITIO OFICIAL CONMEBOL (www.conmebol.com)

domingo, 1 de mayo de 2011

Ser del Pincha

Leandro de La Plata, me hizo llegar este correo, con una payada. Tiene como autor solo un pseudónimo. Quedó, si puede averiguar quien lo compuso:


Ser del Pincha

Por el Payador Pincharrata

Ser del Pincha es la alegría
de este cantor atorrante
y aunque parezca arrogante
o una grosera herejía,
fue la Virgen María
la que me hizo de Estudiantes.

O tal vez lo quiso El Profeta,
Buda, el Destino o Alá,
o quizás fue Jehová,
quien me dio esta camiseta.

Ser del Pincha es una opción,
no cabe duda ninguna,
algunos por elección,
otros desde la cuna.

Y de la Tierra a la Luna
-lo digo con emoción-
no existe mayor fortuna
que ser hincha del León.

Les agradezco a mis viejos
con lágrimas de emoción
que me hicieron del León
cuando yo era muy pendejo
pues tengo por su consejo

once estrellas de Campeón.

El Pincha es un modo de ser
que se hereda y se transmite
y que a la larga permite,
a mi manera de ver,
que el ser humano ejercite
su costumbre de crecer.

Ser del Pincha es ser mejor
que el que pudiste haber sido.
Hay que ser agradecido
por esquivar el error,
la vergüenza y el dolor,
de otro equipo haber nacido.

Ser del Pincha es mi alborozo,
vitamina estimulante,
y aunque parezca arrogante,
altanero y presuntuoso,
al viento grito orgulloso
que soy hincha de Estudiantes…

Ser del Pincha es un don
que el Destino me obsequió.
Qué amargura, pienso yo,
no haberlo visto campeón,
ser virgo, amargo y cagón...

¡La puta que lo parió..!
Ser del Pincha es mi locura,
mi delirio, mi prisión.
No me tengan compasión
por más que no tenga cura,
mi vida es una hermosura
intoxicado por el León.

Ser del Pincha no es consuelo,
es certeza y convicción
que tu padre, tu hijo y tu abuelo
¡¡Todos lo vieron Campeón..!!

Juntos cantaron las latas
gozando con el León,
compartiendo la pasión
de ser todos Pincharratas.

Ser del Pincha es tener Latas,
es la esencia del León;
es ser único Campeón
en la ciudad de La Plata.

Porque yo soy Pincharrata
la Pashión no es mi doctrina,
a mí me gusta la Lata
brillando en nuestras vitrinas.

Ser del Pincha no es creer
que nunca serás derrotado,
ni pensar ilusionado
que a todos habrás de vencer.

Ser del Pincha es levantarse
después de haber sido golpeado
y nunca jamás entregarse
aún herido y deshauciado.

Desde los tiempos del Nolo
el Pincha es un luchador,
solitario gladiador,
contra el mundo lucha solo.
Pero no es una lucha vana,
insensata ni frustrante,

pues puedo gritar con ganas:
¡Qué lindo es ser de Estudiantes...!
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