En sintonía con la presión atmosférica, el ambiente estaba espeso. Una ola de rumores sobre los principales motivos de la elección sobrevolaban la paqueta confitería del golf de City Bell.
Por su propia cuenta, pero con un bastón en la mano izquierda, Carlos
Pachamé ingresa al lugar en donde va a ser presentado como el nuevo
coordinador de las divisiones inferiores de Estudiantes. Se lo nota
firme como un roble. Con una mirada penetrante, no le quita la vista al
enjambre de periodistas que parecen estar al acecho para despejar
cualquier tipo de dudas.
El paso del tiempo es inevitable en la imagen... pero al momento de tomar la palabra cualquier cuestionamiento queda en un segundo plano. “Yo accedí al concurso más allá de tener un currículum aceptable. Me acuerdo de que cuando ascendí con Temperley y llegué a la Selección me dijeron que no tenía experiencia en juveniles y ahora me dicen que estoy grande, pero el ímpetu de los juveniles no contrasta con el trabajo de los grandes”, arremetió de entrada con un discurso tan aplomado como convincente.
“Estoy acá para formar jugadores, no me importan los resultados. Si después me alcanza el tiempo, o no, lo verán los dirigentes”, continuó elocuente. El campeón del mundo respondió también sobre los últimos actos de indisciplina en varias categorías, asegurando que “sobre todas las cosas mi proyecto se basa en personas, que haya educación, orden, y luego hacer el trabajo cronológico que se hace en juveniles, de infantiles a la novena, después aportarles la táctica, y luego a partir de Quinta y Sexta saltar a Primera. La educación parte de la familia, nosotros somos el complemento”, completó Pachamé, el caudillo que llegó a Estudiantes para poner las cosas en orden desde la cocina del club.
DIARIO HOY
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